Teror - Finca de Osorio - Teror
La Finca de Osorio se encuentra rodeada de un espacio de singular valor natural. Ocupa una superficie de 207 hectáreas, aproximadamente, donde continúa desarrollándose una intensa actividad agrícola y ganadera. Varias granjas siguen explotando el suelo, fundamentalmente plantando papas, millo, trigo, frutales, etc. La mayoría de las granjas están situadas en el borde de la zona boscosa, en la parte baja, aunque también hay alguna en la franja intermedia, en una especie de llanura que se ubica en la falda del pico, por encima de la laurisilva.
La finca fue adquirida por el Cabildo de Gran Canaria en el año 1981, y abierta al público posteriormente, en el año 1986, como Aula de la Naturaleza, así como espacio de ocio y esparcimiento. Reconociendo, además, la labor de conservación, recuperación y fomento del monteverde, ya que la zona se corresponde con parte de la extinta “Selva de Doramas”, que cautivaba a propios y extraños por los bosques de lauráceas. Actualmente todo este territorio se halla protegido por las leyes canarias con la figura de Parque Rural de Doramas, y en él se invierte mucho dinero para recuperar las especies de flora y fauna primigenias.
El origen del nombre “Osorio” hemos de situarlo en los repartimientos de tierra del siglo XVI, pues muchos de estos terrenos son concedidos al escribano García de Osorio y Trujillo. Más tarde, en el siglo XIX, Dolores Manrique de Lara y Adán del Castillo Westerly heredan una parte de la finca e imprimen a su arquitectura su propio carácter. La casa tiene una balconada, característica de las antiguas casas rurales canarias. Los jardines y la fachada de entrada revelan estructuras propias del neoclasicismo en Gran Canaria del siglo XIX y principios del XX.
Es de especial relevancia conocer los distintos caminos que circulan por el interior de la reserva, así como los jardines concebidos y cuidados desde los inicios de la mayordomía, a los que con notable esfuerzo se fueron trayendo árboles de otras latitudes, principalmente de Europa y de América del Sur, tales como el ombú, las araucarias, los alcornoques, los castaños, los robles, los álamos, las encinas, los magnolios, los cipreses, los plátanos, etc.
Si se desea pasar un día en el interior de la Finca de Osorio, es recomendable pedir autorización llamando al siguiente teléfono: 928-630.090.
Tramo 1.º: Teror-Finca de Osorio.
Tiempo aproximado: 45 minutos. Recorrido: 2,18 km.
Iniciamos el recorrido en el mismo centro de Teror, en la calle Real de la Plaza, rumbo N, en dirección a Arucas (GC-43). Tomamos el paseo González Díaz, pasamos el puente y por una acera muy cómoda nos acercamos al Convento de Las Dominicas, con una arboleda frondosa donde sobresale un drago centenario.
Avanzamos para llegar al cruce de San Matías, dejando a la derecha la Casa de Las Pulgas, algo abandonada. Seguimos de frente para aproximarnos a la siguiente referencia, que es el parque que lleva el nombre de José Hernández Jiménez (1886-1977), quien fuera alcalde de Teror.
Salimos de la carretera para entrar en el parque, asomarnos a su mirador y, a continuación, abandonar el mismo por la izquierda, cruzando un puente de madera, y acceder nuevamente al arcén de la carretera por donde veníamos para llegar a la puerta de entrada de la Finca de Osorio. La sombra de los alcornoques nos ha acompañado en los últimos metros.
Entramos en la finca y seguimos su pista principal (de tierra) hasta La Casona. Antes habremos pasado por una hilera de robles y de madroños canarios (Arbutus canariensis), especie rara de encontrar en estado silvestre. El interior de la finca ofrece al caminante muchas posibilidades de recorrer los diversos senderos y pistas, siempre rodeado de una exuberante arboleda.
Por la pista de entrada, por lo tanto, accederemos a La Casona, pieza arquitectónica central de la Finca de Osorio y Aula de la Naturaleza. Por la derecha avanzamos, dejando la casa a la izquierda, para proseguir nuestra marcha hasta llegar a su trasera, donde encontraremos la subida al Pico junto a un letrero que nos indica esa dirección.
Tramo 2.º: Ascenso al Pico Rayo o Pico de Osorio.
Tiempo aproximado: 1 hora. Recorrido: 1,95 km.
Detrás de La Casona, aparece una pista de tierra. Ascendemos por ella, unos 300 metros, rodeados de grandes árboles, hasta llegar a la Casa de Pinito, donde otra bifurcación nos indicará la subida al Pico de Osorio, o Pico Rayo, como les gusta llamarlo a los lugareños. Dicho nombre tiene su origen en el fuerte temporal que el 5 de enero de 1766 sacudió la comarca: lluvia con truenos y relámpagos. El agua corría arrastrando a su paso enormes piedras por laderas y barrancos. Hubo tres días de tormenta, cuyo efecto más singular fue que cayó un rayo sobre el Pico de Osorio (de ahí la denominación de Pico Rayo). Se produjo un alud de piedras y tierra, que sepultó las partes más bajas de Osorio: “Las Vegas”. Los vecinos temieron por sus vidas y el suceso quedó grabado en la memoria histórica de los habitantes, transmitiéndose generación tras generación con el nombre de "Temporal de Reyes" (Fuentes: A. P. A. L.º de Memorias de la Parroquia. H.ª de Arucas).
La subida al pico, suficientemente pisada, tiene un perfil exigente. Atraviesa el Canal de Crespo y, posteriormente, traza varios serpenteos, a la sombra de árboles singulares como castaños y robles, hasta conectar con las repoblaciones forestales de brezos y fayas que se comenzaron a realizar en los años noventa, recuperándose así la capa vegetal y frenando la enorme erosión de la montaña.
El vértice geodésico de la cima, a la derecha del último cruce de caminos, sirve para la divisoria de tres municipios: Teror, Valleseco y Firgas.
Tramo 3.º: Descenso hasta La Laguna de Valleseco.
Tiempo aproximado: 45 minutos. Recorrido: 1,67 km.
Para bajar del Pico tomamos rumbo S, volviendo sobre nuestros pasos, hasta la última bifurcación y siguiendo, en esta ocasión, de frente por el centro de la cresta de la montaña, para llegar a la Degollada de Osorio y carretera general. Avanzamos por el asfalto en dirección a La Laguna de Valleseco, dejando a nuestra izquierda una pequeña montaña (El Morón) con antenas en su cima.
Serán unos 900 metros, aproximadamente, hasta llegar a ver La Laguna, donde caminamos a la izquierda otros 300 metros, hasta una entrada a la izquierda, donde existe un lavadero que aprovecha el paso del Canal de Crespo. Está justo enfrente de la fachada y puerta SE del recinto de La Laguna.
Tramo 4.º: Descenso hasta el centro urbano de Teror.
Tiempo aproximado: 40 minutos. Recorrido: 2,24 km.
El descenso se realiza por una carreterita estrecha de asfalto que finaliza en la principal: la GC-21. Frente a la misma comienza el camino de bajada, que va sorteando hasta en siete ocasiones esta carretera general de Teror a Valleseco, GC-21.
Pasamos por el Mirador de la Vuelta de Los Pájaros, seguimos descendiendo en dirección al campo de fútbol, atravesamos el lugar y seguimos de frente hasta encontrar, después del estadio, la calle “Camino del Castaño” y, finalmente, tomamos a la derecha por la calle La Herrería para llegar al centro histórico y basílica de Teror.